12 días para el Duelo
Mamá llegó a la casa ese 18 de junio luego de la iglesia y nos preguntó si estaba amarilla.
Yo la miré y le dije que sí, pero que no me parecía tanto, ella dijo que la pastora le había aconsejado irse de emergencia. Entonces la volví a mirar le miré los ojos y me di cuenta de que sí estaban muy amarillos.
[un pequeño temor premonitorio, asomó mi corazón]
Me cambié, alisté los documentos de mamá y nos fuimos de emergencia.
[en esos momentos, todos mis temores y mis pesadillas, empezaron a realizarse, una tras otra, rápido y despacio]
Llegamos a emergencia del Hospital Marino Molina de Essalud como a las 5 de la tarde aprox. demoraron en atendernos como siempre, la derivaron a urgencias y no me dejaron entrar con ella a hablar con el doctor, salió con órdenes de exámenes, orina y sangre. Fuimos a hacer el examen y a que orine; debíamos esperar dos hora por los resultados y yo tenía que volver a casa para estar con Alba, que entonces tenía 1 año.
[no recuerdo claramente, nada parecía tan terrible, excepto los elevados ácidos biliares que poblaban su sangre y que le daban ese color amarillo a su piel, ojos y orina]
El doctor le había dicho que le tenían que hacer más exámenes y que se quedaría en emergencia al menos hasta el día siguiente.
[otra vez esa fea sensación de que sucederá lo peor y otra vez la falsa necesidad de tranquilizarse que entonces si era falsa]
Mamá, amarilla, cansada y sin comer porque la tenían a dieta líquida para hacerle exámenes, había dormido, o intentado dormir, en una silla de ruedas.
[mamá ya moribunda, con cáncer terminal, obligada a dormir en una silla de ruedas, me destruye el alma y estoy llorando, porque no fue el único maltrato que ella recibió, fue el primero de una larga serie de sucesos horripilantes]
Llegué al día siguiente dispuesta a destruir a la gente que tenía a mi madre en emergencia en ese estado, pero mamá me dijo que no haga nada, que todos estaban igual, que me quede callada, fui a preguntar cual era el diagnóstico y me dijeron que estaban esperando hacerle una ecografía, la llevé a hacer la eco, el doctor nos dijo que había un tumor o algo parecido en el hígado.
[tumor: masa que no pertenece al lugar donde apareció, que puede ser nada o que puede significar lo peor]
En su rostro había tranquilidad, ni pena, ni nada, nos hizo esperar y nos pidió disculpas y volvió a decir que solo era un tumor y que había que hacer más exámenes.
[pensé que solo era un tumor y que podríamos continuar con nuestra vida con un tratamiento adecuado, me equivoqué]
Mamá estaba tranquila pero amarilla, volvimos a emergencia y como había que hacer más exámenes a seguir esperando.
Llamé a Susalud, me quejé de todas las formas posibles porque no podía ni imaginar a mi madre durmiendo otra noche en una silla de ruedas.
[se me tapó completamente la nariz, no podía respirar; tuve que tomar un antialérgico con seudoefedrina para poder seguir viva y cuerda; no me dolía aún el cáncer porque no sabía que existía, me dolía el maltrato de las enfermeras, la indiferencia de los doctores]
Mamá pasó otra noche en ese lugar
Yo la miré y le dije que sí, pero que no me parecía tanto, ella dijo que la pastora le había aconsejado irse de emergencia. Entonces la volví a mirar le miré los ojos y me di cuenta de que sí estaban muy amarillos.
[un pequeño temor premonitorio, asomó mi corazón]
Me cambié, alisté los documentos de mamá y nos fuimos de emergencia.
[en esos momentos, todos mis temores y mis pesadillas, empezaron a realizarse, una tras otra, rápido y despacio]
Llegamos a emergencia del Hospital Marino Molina de Essalud como a las 5 de la tarde aprox. demoraron en atendernos como siempre, la derivaron a urgencias y no me dejaron entrar con ella a hablar con el doctor, salió con órdenes de exámenes, orina y sangre. Fuimos a hacer el examen y a que orine; debíamos esperar dos hora por los resultados y yo tenía que volver a casa para estar con Alba, que entonces tenía 1 año.
[no recuerdo claramente, nada parecía tan terrible, excepto los elevados ácidos biliares que poblaban su sangre y que le daban ese color amarillo a su piel, ojos y orina]
El doctor le había dicho que le tenían que hacer más exámenes y que se quedaría en emergencia al menos hasta el día siguiente.
[otra vez esa fea sensación de que sucederá lo peor y otra vez la falsa necesidad de tranquilizarse que entonces si era falsa]
Mamá, amarilla, cansada y sin comer porque la tenían a dieta líquida para hacerle exámenes, había dormido, o intentado dormir, en una silla de ruedas.
[mamá ya moribunda, con cáncer terminal, obligada a dormir en una silla de ruedas, me destruye el alma y estoy llorando, porque no fue el único maltrato que ella recibió, fue el primero de una larga serie de sucesos horripilantes]
Llegué al día siguiente dispuesta a destruir a la gente que tenía a mi madre en emergencia en ese estado, pero mamá me dijo que no haga nada, que todos estaban igual, que me quede callada, fui a preguntar cual era el diagnóstico y me dijeron que estaban esperando hacerle una ecografía, la llevé a hacer la eco, el doctor nos dijo que había un tumor o algo parecido en el hígado.
[tumor: masa que no pertenece al lugar donde apareció, que puede ser nada o que puede significar lo peor]
En su rostro había tranquilidad, ni pena, ni nada, nos hizo esperar y nos pidió disculpas y volvió a decir que solo era un tumor y que había que hacer más exámenes.
[pensé que solo era un tumor y que podríamos continuar con nuestra vida con un tratamiento adecuado, me equivoqué]
Mamá estaba tranquila pero amarilla, volvimos a emergencia y como había que hacer más exámenes a seguir esperando.
Llamé a Susalud, me quejé de todas las formas posibles porque no podía ni imaginar a mi madre durmiendo otra noche en una silla de ruedas.
[se me tapó completamente la nariz, no podía respirar; tuve que tomar un antialérgico con seudoefedrina para poder seguir viva y cuerda; no me dolía aún el cáncer porque no sabía que existía, me dolía el maltrato de las enfermeras, la indiferencia de los doctores]
Mamá pasó otra noche en ese lugar